viernes, 5 de agosto de 2011

El Club de los 27

La reciente muerte de Amy Winehouse ha valido para que todos los medios de comunicación incluyan un personaje más en el selecto Club de los 27. La inglesa se ha unido a nombres como Brian Jones, Jimi Hendrix, Janes Joplin, Jim Morrison y Kurt Cobain. Hemos visto, leído y oído por todos lados como Brian Jones moría ahogado en una piscina después de su expulsión de los Rolling Stones; como Hendrix se asfixiaba mientras vomitaba dormido tras mezclar alcohol y pastillas; como Janes moría por una sobredosis de heroína; como al cantante de The Doors se le paraba el corazón, vaya usted a saber de qué, y como Cobain, aparentemente, se suicidaba.

Todos mueren a la misma edad en circunstancias morbosas. Eso es lo importante para entrar en esta sociedad de los 27 añitos. El que cada uno haya sido, en mayor o menor medida, un peso específico en la historia del rock es lo de menos. Lo importante es como han ido cayendo.

Me parece irritante que los periódicos, la tele, la radio o internet, no reflejen que Jimi Hendrix puede haber sido el mejor guitarrista rock del pasado siglo xx; que Brian Jones tuviese más importancia en su momento que el propio Keith Richards en los Stones; que The Doors, gracias a Morrison, haya sido uno de los grandes grupos de la historia; que Janis Joplin cantase en Woodstock o que Nirvana sea el mejor grupo grunge (obviamente) de los noventa. Insisto, lo más importante es como estos degenerados murieron a tan temprana edad.

Por no hablar de Amy Winehouse. Aunque merecida fama tenía y bien lograda a pulso, era más atrayente para todos, sus borracheras en los escenarios o sus cancelaciones continuas de gira, que sus discos o sus canciones. La mayoría la recordarán por una sola canción, “Rehab” (la de .. no, no, no). Muy triste. Winehouse ha sido una bocanada de aire fresco (aunque su estilo, su imagen, sus canciones y su impresionante voz, digamos eran un “revival” del mejor soul) en medio de este momento estancado que sufre la música pop y/o rock. Por eso, me hubiese gustado escuchar la noticia de la siguiente manera: “Fallece Amy Winehouse a los 27 años. Perdemos a la mejor cantante soul actual, que deja tras de sí, dos excelentísimos discos, “Frank” (el mejor) y “Back to Black” (el más conocido), probablemente entre los más sobresalientes de la pasada década.” Y ya está. Todos imaginamos de qué ha muerto. Recordémosla por su música. Y hagamos lo mismo con el resto del club, que muchos jóvenes no conocen casi a ninguno.

Mi petición: Vamos a incluir en el Club de los 27 a la madrileña Cecilia. Cantautora de grandísimas canciones como “Mi querida España”, “Amor de Medianoche” o probablemente una de las cinco mejores canciones españolas del pasado siglo, “Un ramito de violetas”. Lamentablemente reúne las dos premisas que he criticado, el maldito número y un trágico final.

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